"No toleraremos ninguna falta de respeto a los valores de nuestra nación", así están respondiendo las autoridades de Turquía a la última ocurrencia de una turista que ha ofendido al símbolo de todo un país y que ha generado debate en torno al comportamiento inapropiado de los visitantes internacionales.

La polémica ha estallado después de que se hayan hecho virales las imágenes de un turista extranjera que en plena visita al castillo histórico de la ciudad de Uçhisar, en Capadocia —patrimonio Mundial Cultural y Natural de la UNESCO—, decidió encaramarse al asta de la bandera turca y ofrecer un espectáculo de pole dance e inmortalizarlo para después compartirlo en redes sociales. Ahora, enfrenta pena de prisión.

Según recoge el diario Hurriyet, la conducta ha provocado indignación pública e institucional. "La bandera es nuestro honor, la niña de nuestros ojos. Cualquiera que no sea consciente de ello debe ser advertido e intervenido de inmediato. Los turistas que recibimos en Capadocia siempre han sido tratados con la hospitalidad de Nevşehir. Sin embargo, esta falta de respeto a nuestros valores nacionales y espirituales es completamente inaceptable", ha aseverado Emre Çalışkan, diputado del Partido de la Justicia y el Desarrollo por la provincia de Nevşehir, donde se ubica Capadocia.

Çalışkan destacó que seguirán de cerca el proceso para asegurarse de que se tomen las medidas legales necesarias contra la turista, sobre quien ya se ha iniciado una investigación. "La Fiscalía General de Nevşehir ha iniciado una investigación judicial contra la ciudadana extranjera en virtud de los artículos 300 y 301 del Código Penal turco", han anunciado desde la Oficina del Gobernador, quienes califican el acto como "atroz".

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