El Gobierno de Japón ha desplegado a efectivos de sus Fuerzas de Autodefensa (equivalente al ejército en el país nipón) para hacer frente a los ataques de osos que tienen aterrorizados a los vecinos y turistas de varios municipios de la prefectura de Akita, al norte de la isla de Honshū, la mayor del archipiélago.

Según informa Yomiuri Shimbun, miembros del cuerpo se han desplazado a Kazuno, Odate, Kitaakita y Happo para instalar trampas de 200 kilogramos y patrullar —armados con escudo, aerosoles, bastones y redes— con el fin de evitar los asaltos cada vez más frecuentes por parte de los úrsidos, cuya población se ha multiplicado por seis debido al descenso de la caza en Japón.

Desde abril, han fallecido doce personas y más de un centenar han resultado heridas por estos ataques, siendo los más recientes el asalto a los clientes de un supermercado o a un turista que esperaba en la parada del autobús o a un trabajador en un balneario de aguas termales. También se les ha visto cerca de parques y escuelas.

“Los habitantes de la ciudad sienten el peligro a diario”, declaró el alcalde de Kazuno, Shinji Sasamoto. De hecho, se ha recomendado a los residentes que eviten las zonas boscosas, permanezcan en sus casas al anochecer y porten campanillas para ahuyentar a los animales.

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