El Tribunal Supremo ha ratificado la condena sobre el agente de la Guardia Civil que simultaneaba su trabajo en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat con el de piloto para Vueling.

Según recoge la cadena SER, el alto tribunal ha condenado al agente de la benemérita con una suspensión de empleo y sueldo de cinco meses por trabajar como piloto de abril a agosto de 2020 cuando estaba en ERTE en el cuerpo militar.

El Supremo considera que, si bien ambos trabajos no son incompatibles, vulneró las normas al desarrollar una actividad sin solicitarlo expresamente y con anterioridad.

Durante el citado período en el que estuvo trabajando para la 'low cost', pilotó más de una treintena de vuelos, cubriendo tanto rutas nacionales como internacionales.