Con la llegada del festivo nacional que conmemora el día de la independencia de Estados Unidos son millones los ciudadanos que aprovechan para disfrutar de unas vacaciones, muchos de ellos en destinos populares como el Caribe Mexicano o República Dominicana.

Sin embargo, en este 2023 el deseo de viajar de los estadounidenses se está viendo frustrado por una combinación de mala climatología, escasez de personal aéreo y mala gestión de las aerolíneas, dando como resultado más de 50.000 vuelos afectados entre cancelaciones y retrasos, entre el 24 y el 29 de junio.

En concreto, según recoge Firstpost, unos 43.000 vuelos se retrasaron y más de 7.700 se cancelaron dejando a numerosos turistas varados en los aeropuertos. United Airlines se ha llevado la peor parte con un 19% del total de sus vuelos suspendidos y cerca del 47% con disrupciones.

Buscando culpables


Además de las tormentas eléctricas sobre los estados de la Costa Este, los directivos de las principales aerolíneas del país culpan de la situación a la Administración Federal de Aviación (FAA).

La entidad se defiende aseverando que sufrió un fallo técnico de los sistemas en el área de Washington, lo que incidió en la operativa; sin embargo, el CEO de la citada United, Scott Kirby, cree que los problemas de gestión del espacio aéreo se deben a la falta de personal.

A ello se suman las acusaciones sobre las aerolíneas sobre el mal trato al cliente y las largas esperas que sufren los pasajeros para poder ser atendidos tanto vía telefónica como presencialmente.