El pasado día 15 el papa Francisco recibió un Lamborghini Huracán, último modelo, con detalles en color blanco y oro que representan la bandera del Vaticano. El precio del vehículo ronda los 236.000 dólares aunque esta edición especial podría valer mucho más. 

El regalo de la empresa de automóviles contrasta con el estilo de vida del pontífice. De hecho, Francisco viaja en transporte público en Buenos Aires, dentro del Vaticano se desplaza en un Ford Focus azul y viaja en coches modestos como los Fiat o los Kia.

Además,como dato curioso, el religioso señala negativamente a las personas que “derrochan” dinero comprándose coches o móviles de última generación. 

Aunque podría utilizar el Lamborghini para desplazarse, han decidido subastarlo y los fondos se destinarán a la reconstrucción de las comunidades cristianas en Irak que fueron destruidas por el ISIS. Además, parte de los fondos también irán a organizaciones que ayudan a las mujeres obligadas a ejercer la prostitución y a otras que realizan trabajos humanitarios en África.