Las autoridades de Ibiza han aprobado una normativa que limita el volumen de la música, en establecimientos y locales al aire libre, a 65 decibelios (db), es decir un poco más alta que una conversación normal, pero más baja que el ruido efectuado por la mayoría de aspiradoras.

Según ha informado CNN, a raíz de la prohibición ha nacido el colectivo Música Sí, que lucha contra las nuevas regulaciones de volumen, por ejemplo, a través de la difusión de un vídeo en las redes sociales donde denuncian que el ruido generado por el tráfico es de 70 dB, mientras que el de aterrizaje de un avión llega a los 110 dB.

A este respecto, Andreas Simon, que forma parte de este colectivo, ha manifestado: "Lo que pedimos es una solución específica para cada lugar. Si un lugar no tiene vecinos, puede tener música más alta". Marta, DJ que actúa bajo el nombre de Hofmann Lalióparda, coincide con él, ya que cree que los locales al aire libre, ubicados lejos de áreas residenciales, no deberían estar sujetos a estas normas.

"Estamos reuniendo diferentes grupos para unir fuerzas. Músicos, pintores y personas que aman las artes. Vamos a luchar contra estas reglas que se nos imponen", confesó la DJ. Lo cierto, es que la medida podría afectar a la llegada de turistas a la isla, considerada la meca del ocio, fiestas y entretenimiento, que el año pasado acogió a 3,2 millones de visitantes. A su vez, el turismo representa el 45% del PIB del archipiélago balear.

En este punto, precisamente, surge la disyuntiva, ya que la llegada masiva de turistas interfiere en la vida normal de los residentes locales. En este sentido, el director general de Turismo de Ibiza, Vicente Torres, confesó que no hay problema con la música alta, pero que cuando se trata de locales al aire libre hay que tener en cuenta a los vecinos. "Sabemos que la música es muy importante para nuestra oferta en Ibiza, no queremos eliminarla. El problema llega cuando tenemos fiestas ilegales en villas privadas o música hasta muy tarde en lugares abiertos", aseveró.