A partir de la Semana Santa de 2019 aquellos que quieran llegar a la playa de ses Salines (Parque Natural de ses Salines, Ibiza) con su coche tendrán que pagar. Y es que se ha acordado implantar un sistema de control de acceso para evitar los aparcamientos en zonas no autorizadas.

Según ha informado Diario de Ibiza, este método de control se basa en la colocación de una barrera en la carretera, cerca del acceso a la playa, que impedirá el paso de los coches no autorizados. No obstante, aquellos que tengan permiso podrán acceder sin ningún tipo de problema.

De esta manera, los automóviles de particulares se verán obligados a estacionar en los aparcamientos de pago autorizados que actualmente suman una capacidad para 750 vehículos y un coste entre cinco y seis euros por coche. "El que no quiera pagar por aparcar, tendrá que ir a otro sitio", aseveró la primera teniente de alcalde, Paquita Ribas, ya que "todos los veranos se forma un embudo" en los accesos de esta playa, como consecuencia de los conductores que quieren aparcar sin pagar. 

"Lo que se pretende, sobre todo, es que haya un tráfico más fluido", añadió Ribas, que también recordó que existe una línea de autobuses que enlazan la ciudad con ses Salines de manera frecuente. Sin embargo, no se ha aprobado el proyecto definitivo, aunque se prevé hacerlo durante el invierno para así aplicarlo en Semana Santa.