Desde principios de año la Fundació de Navegació Oceànica Barcelona (FNOB) ha reunido a cerca de cincuenta empresarios, técnicos, vecinos, directivos y patronos del sector con el fin de analizar la apuesta del Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria para darle un nuevo aire al litoral y aprovechar su larga tradición náutica, según ha publicado el medio especializado 'Naucher'.

En un mes, la ciudad ha presentado dos proyectos para transformar el paisaje marítimo. Por un lado, se pretende reconvertir el Port Vell, trasladando todas las actividades de cruceros al Moll Adossat, para que el primero vuelva a su actividad original: la náutica deportiva y de recreo. Se aumentará en 14.000 metros cuadrados el espacio público y se crearán dos zonas de paseo. 

Por otro lado, en el Port Olímpic, se quiere dejar atrás el concepto de lugar de ocio nocturno y turístico, para dejarlo como instalación de uso vecinal.  

Marc García, director de la Oficina Estratégica del Plan Delta, ha señalado: “Para Barcelona no es suficiente con tener salida al mar, quiere ser marítima, lo cual requiere construcciones que hagan que la ciudad y su gente se quieran apropiar del mar que les rodea, que entiendan que el mar es suyo”.