Junto a sus países vecinos —España y Francia—, Rusia y Ucrania constituían dos de los principales mercados emisores de turistas a Andorra; sin embargo, la guerra entre ambos países ha llevado al principado a buscar visitantes procedentes de otros países, como es el caso de Alemania.

El país, que antes de la pandemia recibía más de ocho millones de visitantes al año, era especialmente apreciado por ucranianos y rusos porque permitía complementar los deportes de invierno con las compras en outlets, boutiques y joyerías.

En su enfoque al mercado centroeuropeo, y especialmente el alemán, abogan más por dar a conocer las posibilidades en turismo de naturaleza, muy demandado entre los germanos, tal y como subraya el diario FVW. Las rutas senderistas, los pueblos pintorescos, los miradores o las escapadas románticas son algunos de los productos con los que los andorranos quieren ganarse a los alemanes. Y es que el objetivo es atraer a más turistas durante la temporada de verano (entre mayo y octubre).
 

Te recomendamos