Binter es actualmente la única aerolínea que está operando vuelos interinsulares en las Islas Canarias, que han blindado su tráfico aéreo con el fin de parar la propagación del coronavirus.

Desde el 27 de marzo y hasta el final del Estado de Alarma, previsto para las 00:00 h del 12 de abril, la aerolínea se encarga de este servicio público, después de que le fuera adjudicado por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Tal y como se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado martes, el Estado pagará 368.000 euros, que se abonarán en dos pagos de 161.000 euros y uno más de 46.000 euros a la finalización del servicio.

Transportes ha apoyado a la aerolínea con el fin de “garantizar una conectividad mínima” en el archipiélago y es que previamente Binter había anunciado que en “las condiciones de explotación actuales” se veían “obligados a detener todas las operaciones de Canarias más allá del 25 de marzo”. La otra aerolínea que opera en esta región, Canaryfly, también había comunicado el cese temporal de sus operaciones. La paralización de ambas compañías habría supuesto dejar a las islas sin conexión entre ellas.

En total se ofrecerán 10 frecuencias (ida/vuelta):

Vuelos afectados

Vuelos ofrecidos

No obstante, el Ministerio ha puesto unos estrictos requisitos a los vuelos que se ofrecerán:

  • Los servicios se ofrecerán a un precio final de venta al público de 80 euros por trayecto directo, incluyendo todos los conceptos que deba abonar el pasajero. De este precio, el pasajero si es residente canario solo debe pagar el 25%, ya que el otro 75% está subvencionado por el Estado.
  • Para los desplazamientos que requieran hacer escala en las islas de Tenerife o Gran Canaria, se establece un precio único final de venta al público de 100 euros. (A esta tarifa también se le aplica un 75% de bonificación en caso de tratarse de personas con residencia en Canarias).
  • Los horarios de los vuelos serán establecidos libremente por el adjudicatario, no obstante, se procurará que éstos estén coordinados para permitir realizar al menos un desplazamiento de ida desde cualquiera de las islas a cualquier otra, en el mismo día.
  • Se ofrecerá el 50% de la capacidad total de cada aeronave para asegurar la debida separación entre pasajeros.
  • La oferta de plazas y de servicios se facilitará a través de los canales de distribución habituales, no obstante, se reforzará y dará prioridad a aquellos canales que no impliquen un contacto directo con el usuario (venta no presencial).
  • En el transporte de la carga que pueda complementar al transporte de pasajeros, en su caso, la compañía aérea dará prioridad a los productos perecederos, material médico, medicamentos y otros productos fundamentales de urgente necesidad para el abastecimiento de la población.

Tarifa Yankee

Uno de los aspectos más llamativos de todas las medidas impuestas por Transportes es el precio fijo de los billetes, que equivale a la Tarifa Completa, más conocida en aviación como Tarifa Yankee. Se trata de una tarifa homogénea que no hace distinción entre adulto o niño. No obstante, según informa fuentes de agencias de viajes a Tourinews, sí que se sigue aplicando el descuento de familia numerosa.

Eso hace que el precio pueda parecer elevado con respecto a lo que se pagaba normalmente. No obstante, hay que tener en cuenta que hay factores coyunturales que hacen que el precio deba elevarse:

  • Los aviones viajan con la mitad de los pasajeros, lo que hace que los costes de operación se eleven.
  • Los tripulantes de cabina, pilotos y demás personal de la aerolínea están sometiéndose a un gran riesgo.
  • El precio puede actuar como disuasorio para evitar al máximo los desplazamientos innecesarios en un Estado de Alarma.

¿Quién está viajando con Binter?

Fuentes consultadas por este diario explican que la mayoría de billetes que se están vendiendo, en torno al 90%, son por motivos sanitarios. Es decir, se trata de pasajeros que son derivados desde las islas de menor tamaño a Tenerife y Gran Canaria para consultas médicas.

El resto corresponde, principalmente, a residentes a los que la crisis les tomó fuera del país o en la Península y han tenido que volver a casa mediante rutas alternativas.