“Playas abarrotadas, largas colas en las atracciones turísticas y el aumento del coste de la vida para los locales: algunos destinos vacacionales están llegando a su límite. El problema del sobreturismo (overturism) es más relevante que nunca. ¿Cuánto influye la masificación de los destinos en las decisiones de los viajeros? ¿Qué papel juegan las agencias de viajes?” Estas son las reflexiones que ha planteado la mayor alianza de agencias de viajes de Europa, Quality Travel Alliance (QTA), en una encuesta realizada a más de 240 profesionales asociados.
En ella, una cuarta parte de los que han respondido afirman que el sobreturismo tiene mucha o bastante influencia en sus clientes a la hora de elegir un destino. Sin embargo, un 60% apunta a que el impacto es menor, siendo mucho más importantes aspectos como el precio o el clima. Asimismo, un 15% no percibe, hasta el momento, ninguna influencia perceptible.
Hay que garantizar que la población de las regiones turísticas se beneficie más de los ingresos del turismo"
El impacto se reduce aún más en lo que respecta a cambios reales en las reservas: solo un 8% de los agentes de viajes admite que sus clientes han evitado deliberadamente un destino por considerarlo masificado. Un 45% informa sobre algún que otro caso aislado, mientras que otro 45% sostiene que no han experimentado ningún tipo de cambio.
Una mayor concienciación a futuro
Muchos creen que la preocupación de los clientes con respecto a la saturación de los destinos se incrementará con el paso del tiempo. El 10% de los encuestados prevé que el problema adquiría una influencia significativamente mayor en los próximos años. Otro 32% anticipa un impacto notable en la planificación de viajes, al menos para ciertos grupos como los clientes con conciencia ambiental o social.
Thomas Bösl, portavoz de QTA, incide en que el objetivo no es ejercer una presión moral, sino abordar el problema de forma responsable y diferenciada. Se muestra convencido, además, de que las agencias de viajes pueden contribuir concienciando sobre los viajes sostenibles y fomentando la toma de decisiones responsable. A su vez, Bösl enfatiza que culpabilizarse unos a otros es una postura errónea y hace un llamamiento a una colaboración conjunta entre la industria turística, los destinos y los políticos con el fin de desarrollar soluciones viables.
El turismo como parte de la solución
Desde QTA inciden en que una de las principales estrategias debe ser "garantizar que la población de las regiones turísticas se beneficie más de los ingresos del turismo". Defienden que las inversiones en infraestructura podrían generar un valor añadido visible y que las ofertas dirigidas a los residentes —como entradas a precio reducido para atracciones o eventos culturales— también son una forma de promover la aceptación del turismo.
“El turismo debe hacerse tangible como un aspecto positivo”, enfatiza Bösl, quien lamenta que la legislación europea impone restricciones a los llamados “descuentos locales”, lo que significa que, por lo general, los residentes no pueden recibir un trato más favorable que el resto de ciudadanos de la UE.
¿Qué preocupa a los clientes?
Según los profesionales del turismo encuestados, a los viajeros les preocupa especialmente la masificación de las atracciones turísticas. El aumento de precios en los destinos también se menciona con frecuencia, mientras que el impacto ambiental o las restricciones en la vida cotidiana de la población local no son tan destacadas.
En este contexto, Thomas Bösl aboga por un control preciso del número de visitantes, remarcando que el acceso incontrolado no solo provoca la masificación de las atracciones, sino que también reduce la calidad de la experiencia turística. La venta de entradas por franjas horarias, los límites diarios de visitantes o los sistemas digitales de reserva podrían ayudar a gestionar mejor el flujo de viajeros y a mitigar las horas punta, apunta.
Protección de la vivienda: se necesitan medidas políticas
Bösl también se ha pronunciado sobre la tensión en los mercados inmobiliarios de los destinos turísticos más populares. El portavoz de QTA insta a los políticos a prestar más atención al impacto del turismo sobre los alquileres y la disponibilidad de vivienda. Subraya que ciudades como Barcelona y Palma (Mallorca) han tomado la iniciativa con medidas concretas, por ejemplo, restringiendo el uso de viviendas de uso turístico. Considera que estas regulaciones podrían ayudar a contrarrestar los desarrollos especulativos, estabilizar los alquileres y garantizar la vivienda para la población local.
Encontrando soluciones sostenibles juntos
“El sobreturismo está cobrando cada vez más relevancia en el debate público. La industria turística no ignora este desafío. Al contrario, está dispuesta a asumir su responsabilidad” recalca Bösl, quien sostiene que el objetivo debe ser desarrollar el turismo de tal manera que sus efectos positivos se mantengan para todos los involucrados. "El turismo debe entenderse como parte de la solución. Lo cierto es que contribuye a la prosperidad de muchos lugares. Estamos abiertos a un diálogo constructivo con políticos y destinos para trabajar juntos en estrategias viables, en beneficio de los viajeros y la población local”, concluye.



