"Turismo de la muerte" en Suiza: suicidio asistido para enfermos terminales
Resumen de PrensaMartes, 19 de Julio de 2016
En Suiza existen varias asociaciones que ayudan a un suicidio asistido, entre las que destacan Exit, Dignitas o Eternal Spirit. Dicha práctica es legal en el país desde los años 40, respaldada por la ley y el Tribunal Federal, que estableció en 2006 que cualquier persona en uso de sus capacidades mentales -independienetemente de ser enfermo mental o no- tiene derecho a decidir sobre su muerte. La asociación Exit, que sólo atiende a ciudadanos suizos o legalmente residentes, ha incluido otro aspecto más: la libertad de morir ligada a la edad, aunque no haya enfermedad terminal de por medio. Estas organizaciones dan asimismo asistencia a extranjeros, de lo que deriva el llamado "turismo de la muerte". Ciudadanos alemanes, ingleses, franceses e italianos -que demuestren una enfermedad terminal- acuden a Suiza para buscar lo que en sus países no les ofrecen. Erika Preizig, directora de Eternal Spirit, asegura que le escriben personas de todo el mundo, desde Japón a EEUU. Mónica Düby es la encargada de comunicación de Exit y explica que su trabajo consiste en aconsejar y prevenir el suicidio. Señala que en 2015 acudieron a ellos 45.00 personas con el deseo de morir, pero sólo 782 llegaron al final. Asegura que el hecho de saber que pueden elegir el momento de morir, les da fuerzas para esperar una muerte natural. Destacable es también la diferencia de costes: ser miembro de Exit significa el pago de una cuota anual de 50 euros, y los costos finales pueden ascender a 800. Sin embargo, otras asociaciones, como Eternal Spirit o Dignitas, llegan a cobrar entre 10.000 y 10.500 euros, lo que les ha llevado a varias denuncias judiciales por la ética de su trabajo.
En Suiza existen varias asociaciones que ayudan a un suicidio asistido, entre las que destacan Exit, Dignitas o Eternal Spirit. Dicha práctica es legal en el país desde los años 40, respaldada por la ley y el Tribunal Federal, que estableció en 2006 que cualquier persona en uso de sus capacidades mentales -independienetemente de ser enfermo mental o no- tiene derecho a decidir sobre su muerte. La asociación Exit, que sólo atiende a ciudadanos suizos o legalmente residentes, ha incluido otro aspecto más: la libertad de morir ligada a la edad, aunque no haya enfermedad terminal de por medio. Estas organizaciones dan asimismo asistencia a extranjeros, de lo que deriva el llamado "turismo de la muerte". Ciudadanos alemanes, ingleses, franceses e italianos -que demuestren una enfermedad terminal- acuden a Suiza para buscar lo que en sus países no les ofrecen. Erika Preizig, directora de Eternal Spirit, asegura que le escriben personas de todo el mundo, desde Japón a EEUU. Mónica Düby es la encargada de comunicación de Exit y explica que su trabajo consiste en aconsejar y prevenir el suicidio. Señala que en 2015 acudieron a ellos 45.00 personas con el deseo de morir, pero sólo 782 llegaron al final. Asegura que el hecho de saber que pueden elegir el momento de morir, les da fuerzas para esperar una muerte natural. Destacable es también la diferencia de costes: ser miembro de Exit significa el pago de una cuota anual de 50 euros, y los costos finales pueden ascender a 800. Sin embargo, otras asociaciones, como Eternal Spirit o Dignitas, llegan a cobrar entre 10.000 y 10.500 euros, lo que les ha llevado a varias denuncias judiciales por la ética de su trabajo.