Una vez más, la hostelería muestra su lado más solidario. Cada vez que una autoridad decreta el cierre de los bares y restaurantes, como medida para prevenir los contagios por coronavirus, un empresario se ve con sus locales vacíos, pero sus neveras llenas de alimentos, en algunos casos, perecederos.
Muchos de ellos han decidido donarlos a los diferentes Bancos de Alimentos que existen en España. Como es el caso del Banc d’Aliments de Mallorca, desde el que cuentan al diario Última Hora que “gracias a las donaciones, se ha incrementado el número de alimentos que reparten”.
Desde el comienzo de la crisis de la pandemia el Banc d’Aliments de Mallorca atiende a 10.000 usuarios más, concretamente, en enero del pasado año prestaba servicio a 16.000 personas procedentes de 67 entidades, mientras que ahora son 26.000 usuarios de 100 organismos.