La cofundadora del restaurante 'Juan y Andrea', ubicado en Formentera (Islas Baleares) y conocido mundialmente, Andrea García (Almazán, Soria, 1941), falleció el pasado 22 de abril por coronavirus. La empresaria se convirtió así en la primera víctima mortal por esta causa de la isla pitiusa.
Según ha informado Diario de Ibiza, Andrea fundó con su marido, Juan Bonet, natural de Formentera, un chiringuito humilde bajo cuatro palmeras de la playa de ses Illetes, en el Parque Natural de ses Salines, en 1971. El establecimiento se convirtió, con el paso del tiempo, en el enclave más reconocido del lugar a nivel global.
El origen del restaurante 'Juan y Andrea' se remonta tiempo atrás, cuando sus fundadores se conocieron y enamoraron en Barcelona, donde Juan trabajaba como marinero y a donde Andrea se había trasladado desde su Soria natal. Posteriormente, la pareja se asentó en Formentera, donde trabajaron durante 14 años en la finca de s'Espalmador. Fue entonces, cuando a Andrea, al pasar por la playa de ses Illetes, se le ocurrió montar el popular chiringuito, junto a su marido.
Así, el matrimonio se embarcó en la aventura de levantar 'Juan y Andrea' a principios de los años 70, cuando ni siquiera ses Illetes era considerado un destino turístico y no existía el Parque Natural. El chiringuito (hoy restaurante) ofrecía en sus primeros años de vida tres platos al día, que variaban en función de lo que Juan pescaba. Andrea era la encargada de cocinar la comida.
Andrea se convirtió, de esta manera, en una de las mujeres emprendedoras pioneras de la isla. Su hijo, Jorge, la define como una mujer "luchadora, muy fuerte, dura y con un gran sentido de la familia", además de que supo sacar adelante el negocio con su padre.
El perfil de Facebook del restaurante anunció el fallecimiento de la empresaria señalando: "Andrea ha muerto tras una larga enfermedad, contagiada al final por el virus COVID-19 que jamás nos arrebatará su sueño", un sueño que ha volado lejos, tanto como los turistas que visitan la isla, y que ha conseguido convertirse en parte de la marca de Formentera.