Dos de los grandes pesos pesados de la hotelería en la isla de Gran Canaria se declaran la guerra. El Grupo Santana Cazorla, propietario de la cadena Paradise Hotels & Resorts ha presentado una denuncia contra el Grupo Lopesan ante el Juzgado de lo Mercantil de Las Palmas.

Cada una de las dos compañías posee el 50% del Grupo Anfi, empresa especializada en afiliación vacacional o tiempo compartido cuyas propiedades están ubicadas en el sur de la isla de Gran Canaria y suman más de 7.000 camas y dos campos de golf.

Según informa el medio Espiral 21, en la demanda presentada en junio de 2018 Santana Cazorla denuncia que Lopesan “ha estado comprando créditos existentes contra las sociedades de Anfi y contra empresas del grupo Santana Cazorla”. En concreto señalan que Lopesan se ha hecho con deuda de dichas empresas, por valor de 14 millones. Estas compras se produjeron antes de 2016, fecha en la que Lopesan entró a formar parte del dúo propietario de Anfi tras comprar Anfi International BV a la familia Lyng, fundadora de la empresa de timesharing.

A su vez, en la denuncia se indica que Bankia le vendió a Lopesan estos préstamos sindicados que "se venían pagando sin problemas" a un precio rebajado. En concreto estiman que el precio de compra de estos préstamos se redujo en 6 millones de euros. Asimismo, desde Santana Cazorla critican duramente que la entidad bancaria no comunicó que se encontraba en negociaciones con uno de sus competidores.

Tras su entrada en la propiedad del Grupo Anfi, en palabras de Santana Cazorla, Lopesan se dedica a “torpedear operaciones de venta de inmuebles”, algo que consideran una estrategia para que la compañía no pueda pagar el crédito, algo que les permitiría tomar “el control total sobre el grupo”.  Así, en la denuncia se indica que este movimiento es contrario tanto a los estatutos de la sociedad como al pacto de socios firmado en 2004 entre Santana Cazorla y Bjorn Lyng.