Todos quieren turismo rural, pero sin los ‘inconvenientes del campo’. Los propietarios de una vivienda vacacional —junto a otros vecinos— del municipio tinerfeño de La Matanza se han quejado al Ayuntamiento de los problemas que generan un ganadero y sus cabras a su paso por zona.

Según ha contado José, el ganadero, a Atlántico Hoy, entiende que los vecinos se hayan quejado por el olor o la presencia de heces, pero sostiene que “lleva toda la vida sin hacer daño a nadie” y que “le están avasallando”.

Asimismo, José afirma que el consistorio le ha enviado ya hasta tres notificaciones “avisándole de que le pueden confiscar a sus animales si no se traslada a suelo rústico”. No obstante, él insiste en que “necesita ayuda para poder hacerlo”.

Por otro lado, desde el Ayuntamiento aseguran que no se van a confiscar las cabras y que únicamente hay un expediente de amonestación. Explican, además, que en 2011 hubo un cambio de ley, por el que José no puede tener las cabras donde están actualmente. Por ello, el consistorio le solicita que traslade a los 140 animales al suelo rústico del que dispone en una zona cercana.

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