Bali, uno de los principales destinos turísticos de Indonesia, sufrió el pasado viernes un apagón masivo, que causó interrupciones en servicios esenciales, sistemas de telecomunicaciones, así como sistemas electrónicos de pago. Aunque la compañía estatal Perusahaan Listrik Negara (PLN) descartó un ciberataque, el incidente generó preocupación por la vulnerabilidad de la infraestructura energética en un destino que recibe millones de turistas al año.

Según autoridades de PLN, el corte pudo originarse por una interrupción en el sistema de interconexión eléctrica submarina entre Java y Bali, lo que provocó la caída de varios generadores. Como consecuencia, se vieron afectados los servicios de pago electrónico, las comunicaciones y otros aspectos clave para el funcionamiento cotidiano de una isla que depende en gran medida del turismo internacional.

Pese a la magnitud del apagón, el aeropuerto internacional operó con normalidad, garantizando el arribo de turistas a una región que en el primer trimestre de 2025 recibió a cerca de 2,8 millones de visitantes extranjeros. El rápido restablecimiento del servicio —a medianoche ya tenían luz el 90% de los afectados— fue crucial para evitar una afectación directa en la imagen del destino, cuya economía gira en torno al sector turístico.

Conocida por sus playas paradisíacas, su cultura vibrante y sus emblemáticos arrozales, Bali es un motor del desarrollo económico de Indonesia. En 2024, la isla atrajo a casi 6,5 millones de turistas internacionales, consolidándose como uno de los principales destinos turísticos del Sudeste Asiático.

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