Opinión

Turismo Experiencial

En busca de un mundo lleno de experiencias y emociones

Creo sinceramente que entre todos hemos abusado del término “Turismo Experiencial”. Si no ofrecemos verdaderas experiencias, no es turismo experiencial.

Este tipo de turismo debe cubrir más del 100% de las expectativas de los usuarios, tenemos que ser capaces de sorprenderlos, de que aún cuando se haya acabado la experiencia, sigan en ese estado FLOW que Mihály Csíkszentmihályi nos explicaba en su Teoría del Flujo (Libro: Flow: The Psychology Of Optimal Experience).

Tener objetivos claros, poder gestionarlos y recibir un feedback es clave para “fluir”. Los seres humanos, tenemos necesidad de crear experiencias provistas de un “sentido de alegría” y una sensación de disfrute para que perduren en la memoria. 

Flow es un estado en el que las personas se encuentran en una actividad que nada más parece importar; la experiencia es tan agradable que la gente seguirá haciéndolo incluso a un gran costo, por el mero hecho de hacerlo. 

Flow es el estado mental en el que uno está plenamente inmerso en la actividad que realiza, olvidándose del tiempo, notamos que tenemos el control de lo que estamos haciendo, donde nada más importa. 

Para conseguir que un usuario tenga una verdadera experiencia, antes hemos tenido que trabajar mucho en su preparación y promoción.

Debemos identificar Motivaciones, qué vamos a resolver a nuestro cliente para que realmente esté motivado a venir con nosotros a experimentar verdaderas experiencias.

Otro punto que deberemos resolver son las Expectativas: qué está esperando el cliente.

Las Percepciones serán un aspecto fundamental para que esa experiencia sea positiva: qué está sintiendo, oliendo, viendo, tocando, escuchando…

Debemos pensar también en las Habilidades del cliente: qué nivel de habilidad debe tener para que verdaderamente pueda disfrutar la experiencia.

Tendrá que estar “medido” todo el proceso, no caben las sorpresas, la organización debe ser perfecta. El proceso debe ser Fluido.

Un matiz que solemos olvidar es el matiz Cultural: debe estar en sintonía la organización con el cliente. 

No podemos olvidar que nos movemos a través de Emociones y, para el bien de nuestra supervivencia como proveedor de servicios, será mejor que estas emociones sean positivas.

En definitiva, ofrezcamos una experiencia REAL, que se vayan a su casa en ese estado de seguir en una nube, debemos conseguir que se conviertan en nuestros prescriptores.

Otro tema es cómo “armamos” nuestra comunicación para que toda la información llegue de una manera adecuada a nuestro público objetivo.

 Si, me refiero al marketing, pero eso lo veremos en el siguiente artículo.  

No se lo pierdan.

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