Opinión
¿Se olvidaron de los reposacabezas?
¿De verdad es tan costoso añadir un poco de relleno o una curvatura en la parte superior del asiento para apoyar la cabeza?
Todos los que hemos volado alguna vez con una aerolínea low cost —o incluso con otras— nos hemos hecho la misma pregunta:
¿Dónde están los reposacabezas?
Entendemos que el espacio en cabina sea limitado, que nuestras rodillas rocen el asiento de delante o que tengamos que meter la mochila a los pies. Pero… ¿que los asientos no tengan reposacabezas?
Después de 20 minutos de vuelo, especialmente en los que salen a primerísima hora de la mañana, más de medio avión está con el cuello torcido, intentando dormir como puede.
Uno se apoya en la bandeja, otro deja que la cabeza caiga de lado, y alguno incluso se esfuerza en inflar una almohadilla para el cuello.
¿De verdad es tan costoso añadir un poco de relleno o una curvatura en la parte superior del asiento para apoyar la cabeza?
Estoy convencido de que si ofrecieran un suplemento por un asiento con reposacabezas, lo pagaría todo el pasaje. Y muchos se evitarían cargar con accesorios o necesitar una sesión de fisio tras dos horas de vuelo.
A quien diseña los asientos de los aviones: pensad en quienes se levantan a las 4 de la mañana para coger un vuelo y necesitan descansar aunque sea un poco.
Con solo una pequeña mejora ergonómica, mejoraríais mucho la experiencia del pasajero.
*Ricardo Zapata García es Técnico y especialista en Turismo
Te recomendamos