Opinión
China no está dormida: nos observa, nos estudia y nos superará si no despertamos antes
China ya no es un mercado del futuro, es un cliente real del presente, solo nos queda una opción: entenderlo, valorarlo y trabajar estratégicamente para seducirlo
Acabo de volver de China y sigo procesando lo que vi. No es solo un país que ha cambiado, es un ecosistema nuevo: urbano, tecnológico, organizado y ambicioso.
Este viaje a China, de la mano de Trip.com, ha sido una experiencia que me ha descolocado, me ha sacudido prejuicios y me ha obligado a replantearme muchas ideas. Porque lo que uno encuentra allí no es un país en desarrollo, es una potencia silenciosa que avanza a un ritmo que, en Europa, la mayoría apenas logramos imaginar.
Lo que más me ha impactado no es solo la escala de sus ciudades como Shanghái o Chengdu o la altura de sus rascacielos, sino la forma en que han construido un ecosistema económico, digital y urbano en apenas una generación. Edificios inteligentes, centros de negocios integrados, parques industriales que parecen ciudades en sí mismos, y un sector automovilístico que ya juega en otra liga: eléctrico, autónomo y 100% digitalizado.
Pero hablemos de turismo. Durante años el mercado turístico chino ha estado centrado en Asia: Japón, Corea, el Sudeste Asiático… pero el viajero chino ha evolucionado, quiere nuevas experiencias, destinos aspiracionales, y Europa sigue siendo una meta codiciada.
¿Estamos preparados para atraerlos? Bajo mi punto de vista no del todo. China representa el mayor mercado emisor potencial del planeta y no hablamos solo de volumen, sino de capacidad de gasto, interés cultural y sofisticación en el consumo. El viajero chino moderno no solo quiere ver monumentos, quiere comprar lujo, cenar con estrellas Michelin, dormir en hoteles con historia y vivir experiencias exclusivas que pueda compartir en Xiaohongshu o WeChat.
¿Cómo podemos atraer al cliente chino?
- Adaptando el mensaje al canal adecuado: Olvidémonos de Google y Facebook, en China manda WeChat, Weibo, Xiaohongshu (RED) y Douyin (TikTok China). Colaborar con influencers y agencias locales es más efectivo que campañas globales sin contexto cultural.
- Trabajando con OTAs y TTOO especializados: Trip.com (ex Ctrip) es el gran gigante de la distribución online china. Pero también hay actores como Fliggy, Mikami Travel o Kuoni China que permiten una entrada más segmentada y cualificada. Tener una ficha adaptada al mercado chino, con contenido traducido, métodos de pago como Alipay o WeChat Pay, y disponibilidad en sus canales de reserva es crucial.
- Creando producto para ellos, no solo adaptando lo existente: No basta con traducir folletos, hay que diseñar experiencias que conecten con sus motivaciones: compras, historia, naturaleza, fotografía, exclusividad. Incorporar elementos que les resulten familiares en el servicio (desayuno asiático, personal con nociones de mandarín, señalética básica) marca la diferencia.
Hace tiempo que oigo esta frase en los foros de turismo: China es un Dragón dormido…
Muchos dicen que China es un gigante dormido y sinceramente creo y estoy convencido de que simplemente se hace el dormido, observa, estudia, absorbe conocimiento… y mientras lo hace, construye estructuras que nos superan sin hacer ruido. Un día despertaremos y descubriremos que dependemos de ellos en sectores clave: tecnología, turismo, energía, automoción, retail, e incluso cultura digital.
Europa aún tiene valor, historia, y autenticidad, pero si no nos adaptamos al nuevo orden global, si no aprendemos a leer los mercados emergentes con inteligencia y humildad, corremos el riesgo de ser observadores pasivos de nuestra propia pérdida de influencia.
China ya no es un mercado del futuro, es un cliente real del presente, solo nos queda una opción: entenderlo, valorarlo y trabajar estratégicamente para seducirlo.
Porque si no lo hacemos nosotros, otros destinos lo harán primero.
*Biel Martí es director comercial Summum Hotel Group
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