Opinión

2022: liderar fundamentando la pirámide de Maslow, ahora más que nunca

Es un grave error, desde mi punto de vista, recortar los costes de personal para minimizar el impacto negativo del descenso de venta en el corto plazo

Comenzamos el 2022 con grandes ilusiones y esperanzas dentro del sector turístico, pero con la incertidumbre del corto plazo, de los meses de enero y febrero: las ventas sufren en torno a un 50% de reducción con respecto a antes de la pandemia (a enero y febrero de 2019 y de 2020).

En esta coyuntura, hemos de gestionar lo mejor posible, hemos de ser líderes de nuestras plantillas teniendo muy presente que la pirámide de Maslow es la vida misma.

En un estado de normalidad, los líderes luchamos para que nuestras plantillas se sientan autorrealizadas en el trabajo que llevan a cabo, incluso pueden ellos/as mismos/as ser líderes en su responsabilidad o parte importante dentro de la cadena de producción o servicio; ya que, independientemente de la posición, son parte esencial de la misión común de la empresa.
 

Plantilla que se siente autorrealizada en el trabajo que lleva a cabo

Para ello, nos apoyamos también en el reconocimiento, el respeto y la confianza que les demostramos. Ellos/as se sienten orgullosos/as de trabajar en nuestra empresa, y presumen de ello con sus familiares y amigos.

Pero ahora, venimos de la punta de la pirámide hacia la base: cuando antes dábamos la mayor importancia a la autorrealización, al reconocimiento y a la afiliación, ahora nos encontramos en los dos pilares básicos de la pirámide: la seguridad y la fisiología. Claro que los puntos anteriores son esenciales cuando el statu quo es positivo; pero ahora, bajo esta incertidumbre, a la plantilla le preocupa mantener su puesto de trabajo, dar seguridad a sus familias, mantener su vivienda, mantener el colegio de los hijos, alimentarles, ver estabilidad de futuro, pero, sobre todo de presente.

Ahora es cuando los líderes hemos de ponernos nuestro mejor sombrero de gestores y buscar las mejores alternativas para mantener nuestras plantillas, idear las mejores opciones para que conserven en su puesto de trabajo.
 

Mantener plantillas; conservar el puesto de trabajo

Es un grave error, desde mi punto de vista, recortar los costes de personal para minimizar el impacto negativo del descenso de venta en el corto plazo.

Con mi experiencia de 25 años en dirección—uf, cómo pasa el​ tiempo—, puedo confirmar que el 99% de las personas trabajadoras son personas responsables, y buenas trabajadoras o potencialmente buenas. Anoto “potencialmente” porque alguno puede pensar que, en su caso, la ratio de “malos” pasa del 1% al 5%, como algún gestor me ha comentado alguna vez, y anoto “gestor” y no “líder” porque no han entrado a identificar el porqué de ese gran número de malos trabajadores. En un gran resumen, cuando alguna persona no realiza bien su trabajo puede ser porque no sabe, porque no puede o porque no quiere, y no debemos tacharla prejuzgándola de “mal trabajador”.

 

 

Si no sabe, nuestra responsabilidad es formarle. Si no puede, hemos de darle los recursos para que pueda. Y si no quiere, tratemos de averiguar por qué antes de encasillarle en ese 1%, para, dentro de las posibilidades, recuperarla como buena trabajadora.

Con lo cual, tenemos un 99% de excelentes trabajadores, esto es, generalizando, tenemos plantillas maravillosas, y, por ellos, hemos de buscar todas las opciones posibles para mantenerles en su puesto de trabajo. Es nuestra responsabilidad como líderes trabajar los momentos más complicados para, posteriormente, disfrutar de los buenos momentos.

 

*José Ángel Vázquez Romero, director del Hotel H10 Timanfaya Palace, director del área de Alojamientos Turísticos del Colegio Profesional de Turismo y docente en el MBA Turismo del Instituto Canario de Turismo

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