La Mesa de Turismo de España “no sale de su asombro” después de que se confirmara, por parte de la Comisión Europea, que el Gobierno español no se puso en contacto con Bruselas para obtener algún régimen de ayudas específicas para el sector turístico, tal y como afirma la asociación en un comunicado. En los últimos meses, La Unión Europea ha aprobado las ayudas especiales de apoyo al turismo de países como Italia, Grecia, Portugal o Croacia –"todos importantes destinos competidores"–, mientras que, según su información, España ha desistido.

“Es una absoluta vergüenza que el Gobierno de España no haya sacado la cara por el turismo en Bruselas y que no haya defendido los intereses de su principal actividad económica en su momento más vulnerable, cuando afronta la peor crisis que podemos recordar”, recalca Juan Molas, el presidente de la Mesa del Turismo de España.

Desde la asociación aseguran que el sector siente indignación e incredulidad ante la “insensibilidad del Gobierno para con el turismo” y añaden que esto “desluce la gestión económica de la pandemia por parte del Gobierno de Pedro Sánchez y pone en tela de juicio sus gestiones en Bruselas”.
 


 

La Mesa del Turismo de España reitera que las empresas y los trabajadores del sector turístico han sido de los más golpeados por la crisis económica desencadenada por la pandemia. Las pérdidas cuantificadas en 2020 superaron los 135.000 millones de euros y han acarreado el cierre de miles de empresas, con la consiguiente destrucción de puestos de trabajo. Incluso ahora, cuando se constata una progresiva desafectación de trabajadores de los ERTE a nivel general, el turismo continúa estando entre las actividades más penalizadas por la situación y por el persistente clima de incertidumbre, que ha sido la tónica general durante este año.

Ante esta situación, esta asociación empresarial del sector turístico considera que el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo “mira para otro lado”, insistiendo en que la mejor ayuda para el sector es restaurar la movilidad de los ciudadanos lo antes posible y considerando suficientes los 7.000 millones de euros en ayudas directas que se aprobaron el paso marzo, pero de los cuales “aún no se ha recibido un solo euro”.

“No hay mayor ciego que el que no quiere ver y la postura del Gobierno español en este asunto ha sido el último jarro de agua fría para un sector al que se le pide resiliencia y bonanza, pero casi todo se le niega”, concluye Juan Molas.