Además de palacios, joyas, obras de arte, coches de época, libros incunables, etc, la familia real inglesa tiene un MacDonalds.

A 120 kilómetros del Buckingham Palace, en Oxford, concretamente en el centro comercial Banbury Gateway Schopping Park, la reina Isabel II posee, además del establecimiento de comida rápida, un Primark, un Starbucks y un Carphone Warehouse.

La explicación es sencilla: el terreno donde se encuentra el centro comercial es parte del Crown Estate (el patrimonio de la Corona británica). Así que técnicamente todos estos negocios forman parte de las propiedades de la realeza.

Aunque hace unos diez años que la Crown Estate tenía bajo su poder unos suelos en los que había un drive through (más conocido como McAuto) de la citada cadena estadounidense, es ahora cuando se han conocido estos detalles y la gente busca desesperadamente el local donde sirven “las hamburguesas de la reina”.

Suscripción

Cabría aclarar que el Crown Estate no es propiedad personal de la reina, pero sus ganancias se destinan al Tesoro de su Majestad, con lo cual es lo mismo. Este fondo fue creado por una ley del Parlamento y está valorado en un total de 2,4 billones de libras esterlinas; algunas de ellas provienen de la gestión de alquileres de suelo a lo largo y ancho del país.

Puede sonar a cuento de hadas, pero la monarca británica es propietaria, por ley, de los cisnes del río Támesis y de las ballenas y delfines que se acercan a las costas del Reino Unido.  Y si esto fuera poco, posee castillos y terrenos como Sandringham House o el Castillo de Balmoral, que fueron heredadas de su padre Jorge VI.