La pandemia ha dejado un escenario inusual; un mundo prácticamente desierto donde el tránsito de residentes locales y de turistas en los diferentes espacios públicos, desde calles hasta avenidas, pasando por playas o centros comerciales, brilla por su ausencia. Esto se debe a las medidas y restricciones que cada país está aplicando para contener y reducir la cadena de contagios.

Reino Unido y Francia desplazan buques de apoyo por el COVID19

Precisamente, en medio de este contexto, la Royal Navy de Reino Unido anunció el pasado 2 de abril a través de su web oficial, el envío del buque de guerra RFA Argus al Caribe. Se trata de una embarcación de considerables dimensiones que puede transformarse en hospital (100 camas), aunque también cuenta con armamento. De hecho está equipado con cañones antiaéreos y dispone de capacidad para hasta seis helicópteros. 

Desde el país británico, aseguraron que el envío de la nave estaba programado para brindar apoyo a sus territorios de ultramar (Bahamas, Barbados, Jamaica, Islas Turcas y Caicos, Caimán, Trinidad, Tobago,...), durante la época de huracanes, pero que debido al contexto actual, también lo hará para luchar contra el Covid-19.

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RFA Argus | Foto: royalnavy.mod.uk

Francia, por su parte, también anunció el envío de un buque a la zona de las Antillas y de la Guayana Francesa, para servir de apoyo en la temporada de huracanes y en la lucha contra el coronavirus. Dixmude (L9015) es un buque porta aeronaves anfibio de asalto y su misión es de apoyo, por lo que irá dotado de 4 helicópteros (hangar para 16 unidades). Según informó St Kitts & Nevis Observer, cuenta con 69 camas hospitalarias y dos quirófanos y transportará 2 equipos de desinfeccion, 170.000 mascarillas FFP2 y un millón de mascarillas quirúrgicas, además de varios cientos de litros de gel hidroalcólico.

Destinos turísticos de ultramar

Cabe destacar que gran parte de estos territorios, tanto los franceses como los británicos, son destinos turísticos, tanto de sol y playa (Bahamas, Turcas y Caicos, etc), como de cruceros. De hecho, las islas de Guadalupe, Martinica, San Martín y San Bartolomé son puertos de recalada de los buques de la mayoría de navieras vacacionales, tales como MSCCosta Cruceros, Royal Caribbean, Norwegian Cruise Line, Celebrity Cruises, Princess Cruises o Celestyal Cruises.

Le Dixmude (Marine Nationale)

Le Dixmude (Marine Nationale)

Despliegue aeronaval de EE.UU.

No se trata de los únicos aparatos militares que han ido a parar a aguas caribeñas. El día anterior al anuncio emitido por Reino Unido, Estados Unidos ordenó un despliegue aeronaval en la zona, cerca de las aguas de Venezuela, para iniciar una operación contra el narcotráfico, en aras de "proteger a los estadounidenses del azote mortal de los narcóticos ilegales", según manifestó el presidente Donald Trump. En este punto, destacó que proteger las fronteras también potenciará la lucha contra el virus.

"Estamos en guerra con el Covid-19, estamos en guerra con los terroristas y también estamos en guerra con los cárteles de droga", señaló al respecto el general del ejército de los Estados Unidos, Mark Milley, en una rueda de prensa rutinaria sobre el avance del coronavirus en el país. Asimismo, indicó que los narcotraficantes aprovecharán la crisis sanitaria para importar drogas adicionales en EE.UU.

Rueda de prensa del general del ejército de los Estados Unidos Mark Milley

De acuerdo con el diario El Comercio, el país norteamericano ha enviado a la zona tanto buques, como aviones y helicópteros para desempeñar tareas de "vigilancia" cerca de Venezuela. El despliege se ha efectuado tan solo una semana después de que el Departamento de Justicia de EE.UU. acusara al presidente venezonalo, Nicolás Maduro, y a otros altos cargos de tener relación con el tráfico de drogas. 

Zona de turismo cero

Lo cierto es que el enfrentamiento entre EE.UU. y Venezuela viene de lejos y es mundialmente conocido, por lo que el país norteamericano podría haber aprovechado la crisis del coronavirus y la reducción drástica del movimiento de personas, tanto locales como de turistas, para ejercer presión sobre el país latinoamericano. Y es que la casi ausencia de vuelos comerciales en la zona de Caribe y la situación de turismo cero, además de que el foco de los países está puesto en frenar la pandemia, generan una caldo de cultivo perfecto para este tipo de operaciones.

Según datos de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), la región del Caribe y Latinoamérica concentró en 2018 el 6,8% del tráfico mundial en lo que a pasajeros se refiere, incluyéndose tanto los vuelos domésticos como los internacionales. Ahora, sin embargo, la actividad está paralizada en tanto que países como Uruguay, Argentina, Paraguay, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Chile, Guyana, Surinam,  Guatemala, El Salvador, Honduras,  Panamá, Belice, Costa Rica, Cuba, Haití, Jamaica y República Dominicana, así como las pequeñas naciones caribeñas como Aruba, Antigua y Barbuda, Bermudas,  Barbados o Bahamas han cerrado su espacio aéreo prohibiendo la llegada de vuelos internacionales o lo han restringido en gran medida.

De hecho, hay países como Brasil que mantienen su espacio aéreo abierto pero donde las principales aerolíneas que operan han reducido su actividad: GOL suspendió todas las rutas internacionales y el 60% de las nacionales, LATAM un 90% de las internacionales y 40% las domésticas, Azul anunció una disminución de su capacidad total entre el 35% y el 50%.

No obstante, la región aún registra cierta actividad aeronáutica ya que ni México, ni Puerto Rico han cerrado su espacio aéreo.