Llevo ya tiempo observando una tendencia en hostelería. Es una inclinación cada vez más recurrente y extendida en general por todo el país, seguramente derivada de neófitos o gente con escasa formación en el sector. Es, por desgracia, una forma de proceder que enturbia el buen hacer del hostelero más honrado. Voy a ilustrar el caso con un ejemplo de este fin de semana (situación que forcé para comprobar esta querencia en el sector).

Sábado de agosto en la C/ Olmos de A Coruña, zona repleta de establecimientos de hostelería y de ávidos consumidores (locales y foráneos). Voy de paseo a tomar unos vinos y decido entrar en un local inaugurado hace unos meses. Este es el extracto: Camareros formados, conocen sus productos a la perfección. Selección de conservas, quesos y embutidos de altísima calidad. Oferta de vinos variada y de nivel, con guiños internacionales, pero su fuerte en Galicia. Chateo de un Ribeiro cuya botella cuesta (en hostelería) unos 7-8€. Servicio con una sonrisa por todo el personal (2 personas para una capacidad de unas 20-30). Copa Riedel Restaurant de unos 6€, de fino cristal. Pincho de las conservas, embutidos o quesos. Todo en un entorno cálido, maderas y productos vintage restaurados. Coste de la copa: 2,5€.

Pasamos al establecimiento de enfrente, también inaugurado hace unos meses. Insisto, de enfrente. Camareros fumando en la puerta (creo que hay 3, para una capacidad de 50-60), a los que les pregunto qué Ribeiro me pueden ofrecer a copeo; responden trayendo la botella, ya que ni lo conocen ni son capaces de memorizar su nombre para decírmelo. Oferta de vinos limitada y de aquella manera (cosa que entiendo, no es su especialidad). Y ahora viene lo sangrante: chateo de un Ribeiro cuya botella cuesta (en hostelería) unos 2,5-3€. Servido en una copa Ikea de 0,89€, de rudo vidrio (indestructible, para que no haya mermas). Como pincho, la nada. Todo en un entorno blanco nuclear con mesas de plástico. Coste de la copa: 2,5€. ¡¡EL MISMO P**O PRECIO!!

Zona de tapas en A Coruña

Este es uno de los motivos por los que la gente opta por la cerveza, saben que a un precio similar, tendrán una calidad regular. Con el vino, te la juegas según la honradez del propietario.

Alejandro Paadín es secretario general en Gallaecia Asociación De Sumilleres De Galicia y gerente de Servino Consulting S.L.