En el ‘Sunday Times’ publicado el pasado 23 de julio, Alex Cruz, CEO de British Airways, reveló sus principales planes para mejorar la rentabilidad de una aerolínea que no está disfrutando actualmente del favor del público.
La idea, según explicó Cruz, es dividir sus aviones en dos partes diferenciadas: una especializada en las clases Premium (la delantera) y otra enfocada al ‘low cost’ (la parte trasera). Así, la primera ofrecería comodidades, comidas y servicios de entretenimiento mejorados (con una inversión de (447,4 millones de euros) para rivalizar con las compañías del Golfo; mientras que la otra mitad del avión explotaría las opciones propias de las bajo coste como Norwegian y Ryanair.
El responsable de British sostiene que "nos estamos quedando atrás", y que por ello deben ahondar en nuevos modelos de negocio para que British vuelva a ser “la mejor aerolínea de Reino Unido y de Europa”.
En la entrevista recogida por el medio británico, también se hace balance sobre la última crisis provocada por el colapso del sistema informático de la aerolínea, que dejó varados a más de 75.000 viajeros. A esta situación que empeoró la imagen de la empresa, se suman las continuas huelgas de pilotos y personal de cabina, el aumento de la competencia y la caída de la moral de los trabajadores.
