El Gobierno de Estados Unidos aún no ha decidido si aceptará la ayuda de México para asistir a las víctimas del Huracán Harvey, aún cuando el país ha tenido un papel importante en otros desastres al ayudar con cargamentos de comida, medicinas y otros materiales.

Por el momento la Casablanca y el Departamento de Estado han comunicado que: “Si surge la necesidad de asistencia trabajaremos con nuestros asociados, incluido México, para decidir cuál es la mejor manera de avanzar”. 

Luis Videgaray, el ministro de Exteriores de México, se puso en contacto con el gobernador de Texas, Greg Abbott, para ofrecerle su apoyo. “Nuestra oferta es abierta y permanente”, ha añadido Carlos Sada, subsecretario de México para Norteamérica. Por el momento esperan que Abbot envíe una lista señalando las necesidades inmediatas y a largo plazo de las víctimas. 

Se estima que hasta 30.000 personas tendrán que desplazarse a causa de la tormenta. Las autoridades texanas han pedido vía Twitter que voluntarios se acerquen con barcos para ayudar en las operaciones de rescate. Además, la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias, FEMA, ha movilizado a sus 28 equipos de búsqueda y rescate urbanos, una situación que no se ha dado desde los ataques del 11 de septiembre. 

La asistencia extranjera podría alargarse debido a los procesos burocráticos involucrados en la limpieza de los materiales traídos desde fuera. 

La relación entre EE.UU. y México siguen tensas después del discurso de candidatura presidencial en el que Donald Trump describió a los mexicanos como ‘violadores’.