En un entorno en el que el debate sobre las emisiones de CO2 de los vuelos ha cobrado fuerza y está comenzando a afectar a la decisión de reserva de los turistas, especialmente en Alemania, el CEO del grupo germano Studiosus, Peter-Mario Kubsch, se muestra partidario de implementar una tasa para compensar la huella de carbono.

Según informa Tourexpi, el directivo de la empresa con base en Múnich especializada en viajes de estudios, cree que aún es pronto para determinar el impacto real de la vergüenza a volar en las reservas, pero que lo que sí que es cierto es que la industria “debe hacer frente al debate sobre el clima” y que todos los actores deben hacer más para luchar contra el calentamiento global.

Durante la presentación de su programa de larga distancia para el 2020, Kubsch insistió en que además de todos los factores positivos que generan los viajes como la “apertura de nuevas perspectivas” o el fomento de la tolerancia, también “contribuye significativamente en la emisión de gases de efecto invernadero”.

El CEO de Studiosus explica que, además de las mejoras en el consumo de las aeronaves, la mejor forma de proteger el clima es la compensación de la huella de carbono.

Distintas formas de abordar la huella de carbono

La corriente ecologista de la vergüenza a volar está poniendo su foco sobre la industria de la aviación. Suecia es uno de los países donde más fuerza tiene este movimiento conocido como flygskam por el que muchos viajeros están renunciando a montar en avión. Por su parte,  el grupo parlamentario alemán de Los Verdes ha propuesto una ley que prohibiría a los alemanes viajar en vuelos internacionales más de tres veces al año (trayectos de ida y vuelta).

Ante esta situación, algunas aerolíneas como la sueca BRA incluyen en sus billetes una tasa medioambiental para compensar la emisión de gases y aplacar la conciencia de sus viajeros.  Otras, como  Austrian Airlines, Edelweiss, Lufthansa y Swiss, permiten a los usuarios añadir dicha tasa de forma voluntaria a través de la página web.

El dinero recogido se utiliza en proyectos medioambientales que van desde la plantación de árboles a la implantación de proyectos de energías renovables. De hecho, la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (Ashotel) está impulsando la creación de una planta fotovoltaica tanto para suplir a los hoteles asociados como para compensar al máximo esa huella de carbono de los aviones que conectan con el destino.