El pasado domingo 24 de noviembre, el copiloto del vuelo número SU1546 de la aerolínea rusa de Aeroflot, sufrió un ataque al corazón a bordo que, pese a los intentos de la tripulación y de los equipos paramédicos por reanimarle, le costó la vida.

Según informa Simple Flying, el hombre de 49 años ejercía de primer oficial del vuelo que tenía que unir el Aeropuerto Moscú/Sheremetyevo con el destino turístico de Anapa, ubicado en el mar negro. Cuando el A320 que copilotaba se encontraba a velocidad de crucero, expresó su malestar. Así, uno de los tripulantes de cabina preguntó entre el pasaje si había algún médico.

Ante la situación, el comandante del aparato decidió aterrizar de emergencia en Rostov, que era el aeropuerto más cercano. Al tomar tierra, se desplazaron al lugar los equipos paramédicos que intentaron sin éxito reanimar a la víctima. Los informes preliminares apuntan a que el infarto se produjo por una trombosis, no obstante, se realizará una investigación por parte de las autoridades, para determinar que no existe ningún tipo de peligro para el resto de pilotos.

Desde la aerolínea han expresado sus sinceras condolencias a la familia y amigos. Además, han informado de que los pasajeros pudieron llegar definitivamente a su destino ese mismo día.