Los turistas tienen prohibido sentarse en la icónica escalinata de la Plaza de España de Roma. Así lo recoge una nueva normativa impulsada por el Ayuntamiento de la urbe, que contempla multas para quien la incumpla. El objetivo de la misma es preservar este patrimonio de la humanidad.

Según ha informado La Sexta Noticias, ocho agentes de la Policía municipal controlarán que los turistas que visitan esta escalinata no se sienten en sus 135 peldaños, algo que hasta la fecha era habitual. Lo cierto es que la norma hace referencia a todos los monumentos de la capital italiana, como la Fontana di Trevi. También, prohíbe al acceso a zonas públicas con atuendos "indecentes". 

Así, los turistas que se sienten en los monumentos serán sancionados con multas que oscilan los 150 euros. Si llegan a ocasionar algún daño, como pintadas o incisiones, la multa será de hasta 400 euros. En el caso concreto de la escalinata, se ha ampliado el reglamento anterior, que impedía la ingesta de alimentos en ella. 

Esta normativa, sin embargo, no está excenta de polémica. El crítico Vittorio Sgarbi, por ejemplo, la ha tildado de "excesiva" y "casi fascista", por lo que ha instado al Consistorio romano a que vuelva a estudiarla, porque "hay mucha gente que visita Roma y quiere sentarse para admirar el paisaje".

Giuseppe Roscioli, presidente de la asociación de hoteleros de Roma, comparte la misma opinión y ha calificado la medida como una "norma absurda que castiga y aleja al turismo". Lo cierto es que se trata de un enclave icónico de la capital italiana, muy recordada por todos por aparecer en la mítica película Vacaciones en Roma (1953), protagonizada por Audrey Hepburn y Gregory Peck.