Los hombres a un lado y las mujeres al otro. Así lo estipula la norma principal de la playa El Pedocin, ubicada en la ciudad de Trieste (noreste de Italia), donde un muro de hormigón de tres metros de altura ejerce de línea divisoria entre sexos. 

Según ha informado Clarín, el arenal tiene una extensión de apenas 250 metros, pero aún así está dividida para que hombres y mujeres no coincidan. Cabe destacar, que en la zona de las féminas también se permite el acceso a sus hijos de 12 años. Lo cierto es que este método tiene cierto éxito entre los bañistas.

El Pedocin, que oficialmente se llama Baños Comunales La Lanterna, se inauguró en el año 1903 y permanece abierta a lo largo de todo el año, aunque es en los meses de verano cuando más se llena, con unos 3.000 bañistas al día.

El acceso de enero a marzo es gratuito, pero en los meses previos al verano y en temporada alta se cobra 1 euro al día. También se puede adquirir un abono mensual por 9 euros y uno de 4 meses (de junio a septiembre) por 63 euros.

A este respecto, la periodista Micol Brusaferro, que escribió dos libros sobre este peculiar enclave, manifestó: “A las mujeres les encanta este lugar porque tienen privacidad”. Mientras que un asiduo del arenal, Giancarlo, confesó: “A los hombres les gusta este lugar, pues les permite tener un reposo de sus fastidiosas esposas”.

La conservación de la división de sexos que caracteriza a esta playa fue sometida a referéndum local en 1943. La respuesta del pueblo fue afirmativa: el muro de hormigón seguiría separando a hombres y mujeres en el arenal.