La Guardia Urbana de Barcelona desalojó a decenas de manteros de la estación de Renfe de Plaça de Catalunya, donde también se encuentran los accesos a las líneas 1 y 3 del metro y al aparcamiento Saba, el martes 7 de enero.

Según ha informado elPeriódico, la intervención policial se efectuó por sorpresa, después de que Renfe avisara en numerosas ocasiones, desde el pasado diciembre, de que los vendedores ambulantes habían regresado a la estación. Cabe destacar que hace un año, el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Catalunya impulsaron un plan, junto con los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana, para mantener despejado el intercambiador.

A este respecto, fuentes de Renfe manifestaron: "La presencia de los manteros en el vestíbulo nos genera un problema de seguridad, ya que obstruye las salidas de emergencia de las instalaciones". Asimismo, repararon en que, con la entrada en vigor de la Zona de Bajas Emisiones, "se prevé que más gente deje el coche y decida acceder al centro de la ciudad en tren".  

Las mismas fuentes aseveraron que desde mediados del pasado diciembre, desde Renfe han llamado al 112 hasta en 30 ocasiones, para alertar de la presencia de los manteros y de la dificultad para desplazarse por el vestíbulo principal. Sin embargo, aseguraron los agentes aparecieron tan solo cinco veces en dos semanas. Por su parte, voces municipales aclararon: "La Guardia Urbana ha estado estos días más en la superficie por las Navidades y no ha podido bajar tanto".

Cabe resaltar que los vigilantes contratados por Renfe pueden ahuyentar a los manteros, pero carecen de autoridad legal para impedir que expongan su mercancía en el suelo, para requisarla o sancionar a los vendedores.