Virgin Australia, propiedad de Virgin Group y la segunda mayor aerolínea del país, se ha declarado insolvente y ha entrado en administración voluntaria, después de que el ejecutivo australiano le denegara una ayuda de 890 millones de dólares estadounidenses

Según ha informado fvw, la intención de la compañía con esta acción es reposicionarse financieramente y salir reforzada de la crisis del coronavirus. La aerolínea cuenta con una plantilla de cerca de 16.000 trabajadores, así como con una flota de 130 aviones. Su deuda, de acuerdo con TravelMole, asciende a unos 3.140 millones.  

El administrador de la insolvencia será la gestora internacional Deloitte, que negociará la deuda con los acreedores. Esta situación presenta tres escenarios posibles: la quiebra, en el peor de los casos; que la gestora administre la aerolínea, lo que dará lugar a una compañía más pequeña, aunque mejor estructurada y con rutas eficientes; o la compra de Virgin Australia por un tercero. 

Tal y como ha señalado On The Wings of Aviation, entre los interesados en adquirir Virgin figuran las aerolíneas Qatar Airways y Singapore Airlines, así como los grupos HNA y BGH. En todo caso, el Gobierno de Australia tendría que dar el visto bueno a la inversión de alguna de estas compañías en la aerolínea. 

Otros casos de insolvencia

No se trata de la primera línea aérea que entra en concurso de acreedores en medio de la crisis sanitaria. Y es que, la aerolínea regional sueca BRA Braathens Regional se ha declarado insolvente, así como cuatro filiales de Norwegian han entrado en concurso de acreedores. South African Airways ha tenido menos suerte y ya ha iniciado su disolución

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Virgin Atlantic, también en apuros

Virgin Atlantic, la mayor aerolínea del grupo Virgin, también está contra las cuerdas. De hecho, ha solicitado una ayuda de 622 millones de dólares al Gobierno de Reino Unido, para sobrevivir a la crisis del COVID-19, que está tardando en llegar.

Ante el miedo a que el ejecutivo niegue esta inyección de capital, el fundador de Virgin Group, el magnate Richard Branson, ha ofrecido su isla privada (una de las Islas Vírgenes Británicas, en el Mar Caribe) como garantía adicional al gobierno. Branson ha recalcado que de no recibir esta ayuda, la aerolínea podría colapsar.