Las denuncias a Boeing por parte de los familiares de los fallecidos en los accidentes de Indonesia y Etiopía, protagonizados por los B737 MAX, se han disparado, desde que su CEO, Dennis Muilenburug, asumiera la responsabilidad del fabricante en los siniestros. Ahora, el gigante de la aviación se ha visto sorprendido por una demanda colectiva de sus propios accionistas.

Según ha informado TravelMole, la demanda colectiva, presentada en el tribunal federal de Chicago, alega que Boeing defraudó a los inversores al no confesarles los problemas de seguridad en los aviones 737 MAX. La demanda se dirige tanto Muilenburg como a Gregory Smith, director financiero de la compañía estadounidense.

Los accionistas indican que Muilenburg y Smith “anteponen la rentabilidad y el crecimiento a la honestidad y seguridad de los aviones”. En este sentido, aseguran que fueron “engañados”, al sostener que el “Boeing 737 MAX era el avión más seguro para volar”.

El CEO de Boeing reconoció públicamente, el pasado 4 de abril, la implicación del sistema de antibloqueo MCAS de los B737 MAX, en los accidentes acitados. Así lo declaró, poco después de que se difundieran los primeros datos de la investigación del siniestro de Ethiopian Airlines, acontecido el pasado 10 marzo. Estas pesquisas apuntaron a posibles fallas en el sistema MCAS, al igual que lo hiciera la investigación preliminar de la catástrofe de Indonesia, que tuvo lugar el pasado octubre. Ambas catástrofes dejaron 335 muertos.

El sistema MCAS del aeroplano entra en acción cuando el ordenador detecta una inclinación del morro del avión muy alta, interpretando que puede entrar en pérdida. Entonces, reacciona empujando el morro hacia abajo para dar sustento a las alas y estabilizar el aeroplano, pero lo hace de manera tan fuerte, que los comandantes no pueden volver a elevarlo.

A raíz de los accidentes, las autoridades de aviación de diferentes regiones del mundo, como la china, la estadounidense y europea, ordenaron dejar en tierra la flota de este tipo de aviones. Boeing, por su parte, está trabajando en la actualización del sistema MCAS, cuya certificación puede llevar semanas e incluso meses.

Crisis

Debido a ello, Boeing atraviesa una crisis de la que no parece levantar cabeza y que puede desembocar en la pérdida de liderazgo a favor de su principal rival: Airbus. Y es que, la aerolínea incluso ha reducido la producción de sus 737 de 52 a 42 unidades al mes.

Algunas aerolíneas, incluso, han cancelado sus pedidos 737 MAX para realizarlos con el fabricante europeo. Es el caso del grupo público de alquiler de aviones China Aviation Supplies Holding Company, que cambión un macropedido de 300 Boeing, valorado en 30.000 millones de dólares, por aviones del fabricante europeo. La compañía aérea Garuda Indonesia también canceló su encargo de 49 B737 MAX 8.