La ‘low-cost’ easyJet ha obtenido unos beneficios de 500 millones de euros durante este año, lo que supone 67 millones más que en 2017. Todo ello, pese a las cancelaciones de vuelos motivadas por las huelgas de controladores aéreos, el aumento de los precios del combustible y el desembolso de 40 millones de euros para adquirir parte de los servicios de Air Berlin, en el aeropuerto de Berlín-Tegel.

Según ha informado Travel Mole, a principios de este año, la aerolínea desplazó a un 10% más de pasajeros debido, principalmente, a la quiebra de la aerolínea Monarch. Tal es así, que a finales de septiembre easyJet trasladó a 88,5 millones de viajeros y más del 92% de sus asientos fueron reservados.

El director general de la compañía, Johan Lundgren, manifestó que la incorporación de nuevas operaciones en Tegel ha progresado bien, así como que la imagen de marca en Berlín ha crecido fuertemente. De hecho, la aerolínea ha aumentado su capacidad de vuelos en diferentes países, como Italia (+10%); Suiza (7%); Francia (5%); o Reino Unido (+4%). En Alemania, dicha capacidad creció un 48%, gracias a la compra de algunos derechos y aviones de la malograda Air Berlin.

En el futuro, easyJet quiere impulsar la reserva de paquetes vacacionales, su punto flaco, ya que actualmente tan solo medio millón de pasajeros, de los 20 que vuelan a sus 29 destinos principales, reservan un hotel por medio del servicio de la aerolínea easyJet Holidays.