Las compañías de viajes se han encomendado al mal tiempo para salvar las reservas de verano. Y es que, la repetición de una ola de calor, como la que tuvo lugar el año pasado en Reino Unido y el norte de Europa, tendría consecuencias fatales para estas empresas. Por el momento, ya han reducido el precio hasta un 50% a los paquetes para la temporada estival.

Según ha informado TravelMole, los datos de la compañía de servicios financieros Barclays desvelan que las reservas vacacionales, por parte de los británicos, aumentaron un 12% a principios de año, pero la incertidumbre generada por el Brexit las frenó. A posteriori, se registró una remontada, después de que se aplazara la salida de Reino Unido de la Unión Europea, sin embargo aún no ha tenido lugar ningún pico.

A este respecto, Paul Carter, director ejecutivo de Hotelplan UK, empresa matriz de los touroperadores Inghams e Inntravel, manifestó que las reservas para julio se han agotado, pero que las verdaderas dificultades se presentan en los meses de agosto y septiembre. En esta línea, indicó que las reservas para los destinos de la Unión Europea se han visto especialmente afectadas.

Asimismo, reparó en que si este verano se repite la ola de calor de la temporada estival pasada, tendría lugar una situación muy dura para las diferentes compañías. El clima, sin embargo, tan solo es uno de los desafíos a los que se enfrentan estas empresas, ya que existen otros retos como el bajo crecimiento económico, la escasez de mano de obra, la devaluación de la libra, el aumento de las tasas empresariales o las huelgas en la aviación.

No obstante, los empresarios turísticos quisieron destacar otros aspectos positivos, como que los visitantes cada vez gastan más en el destino; el aumento del 204% de las vacaciones familiares; o el auge de los viajes en solitario y es que, el 17% de los adultos se decanta por viajar solo, un 2% más que el año anterior.