Los numerosos retrasos y problemas que ha provocado la implantación del sistema automatizado FAUB en la fábrica de Boeing de Everett (Washington, Estados Unidos) ha llevado al fabricante aeronáutico a tomar una drástica decisión: los humanos tomarán de nuevo el lugar que les fue arrebatado por las máquinas.

Según informa On The Wings Aviation, el sistema autónomo desarrollado por KUKA Systems se introdujo en 2015 en esta factoría donde se producen los B777 y B777X. El objetivo es que dos robots ocupasen el lugar de los dos empleados que se encargaban de los remaches, considerada una de las tareas más tediosas puesto que requiere taladrar el fuselaje, introducir los remaches y aplastarlos con la fuerza y posición correctas.

Sin embargo, el resultado ha sido negativo puesto que se multiplicaron las piezas dañadas o mal ensambladas, lo que se traduce en más horas extra, aviones inacabados y material desechado.

Teniendo todo en cuenta, este verano Boeing decidió descartar este sistema y optar por una combinación entre máquina y hombre en el que el operario tome siempre la última decisión. Este modelo estará 100% operativo antes de finales de año.