El Gobierno británico tiene previsto impulsar una ley que prohibirá a los propietarios de los restaurantes quedarse con las propinas que dan los clientes a los camareros. La reacción de dichos locales no se ha hecho esperar y ya han arremetido contra la medida.

Según ha anunciado BBC, el Ejecutivo británico ha tomado esta decisión, después de que en 2015 se denunciara que muchos restaurantes de las principales calles comerciales de Reino Unido se quedaban con el 10% de propinas pagadas con tarjetas de crédito o débito. Actualmente, la mayoría de las cadenas de restauración cobran una comisión del 2,5% de las propinas abonadas con tarjeta. 

Al repecto, la directora de UK Hospitality, Kate Nicholls, alegó que la legislación es innecesaria debido, precisamente, a esta reducción de la comisión. "Hemos desarrollado un Código de Práctica que trata de la distribución justa de las propinas entre todo el personal, no sólo entre los camareros", añadió.

Por su parte, la primera ministra británica, Theresa May, anunció que la medida se aplicaría en Inglaterra, Escocia y Gales, así como que forma parte de la campaña de su gobierno para erradicar la explotación laboral. No obstante, aún se desconoce si el importe de las propinas, con la nueva ley, se destinará íntegramente a los camareros o si se repartirá entre estos profesionales y los cocineros. 

De hecho, las propinas en efectivo son propiedad del personal, según estipula el marco legal, y pueden entregarse directamente al camarero por el que se es atendido o repartirse entre el personal. Las propinas abonadas por medio de tarjetas son diferentes, ya que actualmente pertenecen al dueño del restaurante. Esta gratificación, además, permite a muchos camareros británicos llegar a fin de mes.