Si unas vacaciones pagadas le costaron el puesto a Biel Barceló, ex consejero de Turismo y ex vicepresidente del Gobierno de Baleares, un nuevo conflicto relacionado con un viaje ha sacudido la política internacional. 

Según ha publicado el diario El País, Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, ha sido acusado por Mary Dawson, Comisaria de Conflicto de Interés y Ética de la nación norteamericana de infringir la Ley al visitar con su familia la isla privada de Bell (Bahamas), propiedad del líder religioso de los musulmanes ismaelitas, Aga Khan en marzo y diciembre de 2016. El gasto de estas vacaciones ascendió a 142.000 euros. 

Como primer ministro, violó el artículo 11, que prohíbe aceptar regalos y otras ventajas susceptibles de provocar conflictos de intereses. Aún así, hay una excepción: los regalos pueden ser aceptados si provienen de amigos o familiares.

A esto se acoge Trudeau, que afirma que mantiene una amistad de varias décadas con el líder. En su informe, Dawson detalla que: “La relación del señor Trudeau con el Aga Khan está fundada en un vínculo familiar derivado de la amistad tejida entre el Aga Khan y el padre del señor Trudeau 30 años atrás. Sin embargo, no existió interacción personal alguna entre el Aga Khan y el señor Trudeau antes que este último se convirtiera en jefe del Partido Liberal de Canadá. Esto me permite concluir que su relación no corresponde con una amistad en el sentido que indica la ley”.

El político compareció ante los medios el miércoles y declaró que: “En el futuro, buscaré que mis vacaciones en familia tengan la aprobación de la oficina de la Comisaria”.