Todo parecía listo para que, por fin y tras 27 años de negociaciones, Macedonia cambiase de nombre oficial y se convirtiese en la República de Macedonia del Norte (Severna Makedonija en su idioma original), sin embargo, los ciudadanos no han dado el suficiente apoyo al referéndum. Por lo tanto deberá mantener su actual nombre Antigua República Yugoslava de Macedonia.

Y no es que se haya votado de forma negativa, según informa el diario Zeit, el cambio de nombre fue apoyado por el 91,4% de los votantes; sino que la participación no fue suficiente como para legitimar el proceso. Y es que sólo un 36% del censo emitió su voto, cuando la ley exige una cantidad superior al 50%.

Ahora, ante la situación de impasse, el presidente del gobierno, Zoran Zaev, ha propuesto que sean los parlamentarios quienes tomen la decisión. Para cambiar de nombre se requiere una mayoría de dos tercios de la cámara, algo difícil ya que en votaciones recientes sólo 69 de los 120 miembros se pronunciaron a favor de ello.

La oposición cree que el acuerdo al que se llegó con Grecia para llamar al país Macedonia del Norte supone renunciar la identidad nacional.

El conflicto por la denominación impide a Macedonia del Norte formar parte de la Unión Europea y de la OTAN. Donde sí estaba presente era en la ONU, pero bajo el nombre de FYROM (siglas en inglés para Antigua República Yugoslava de Macedonia).