Angela Merkel se ha impuesto por cuarta vez consecutiva en las elecciones alemanas, sin embargo, su éxito ha quedado ensombrecido por la llegada de la extrema derecha al parlamento germano.

La Unión democratacristiana (CDU), el partido de la canciller ha obtenido un 32,9% de los votos, mientras que en las anteriores elecciones, las de 2013, consiguió el 41,5%. Por su parte, el Partido Socialdemócrata figura en segunda posición con 20,5%, lo que supondría su peor resultado desde 1949.

Dos nuevas fuerzas políticas han irrumpido en el Bundestag: Alternativa por Alemania (Afd) y los Liberales.  Son los primeros los que mayor preocupación generan puesto que la fuerza de ultraderecha se hará con 90 escaños gracias al 12,9% de los votos, siendo la primera vez que una formación de estas características llega a la cámara alemana desde la Segunda Guerra Mundial.

Suscripción

El ascenso del nacionalismo supone un reto para la más que posible coalición de entre CDU, Liberales y Verdes (8,9%) que conformará el gobierno alemán. Entre los retos que se le presentan se encuentran liderar las negociaciones del Brexit, dar respuesta a la crisis de refugiados y reformar la Zona Euro.

Así, se tratan de unos comicios que tienen gran relevancia para Europa pues la influencia que puedan tener Afd y los Liberales puede ser determinante en la configuración futura de la UE y en las relaciones entre los países miembros.

Por su parte, España está más pendiente de la confianza que tengan los alemanes sobre su situación política y económica y sus intenciones de viaje. No obstante, los germanos han demostrado que, a diferencia de los británicos, los comicios no suelen afectar a sus intenciones de viaje.

11.208.656 germanos visitaron España en 2016, siendo el segundo principal mercado emisor sólo por detrás de Reino Unido y acaparando el 14,8% del total).