El pasado martes, el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo avaló la prohibición del burka y del niqab en los espacios públicos impuesta por el gobierno belga en 2011. Ya en 2014 el Tribunal había aprobado la prohibición del burka en Francia. 

La sentencia señala que la prohibición no vulnera el derecho al respeto de la vida privada y familiar ni tampoco el derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y de religión y que con ella se "ha pretendido responder a una práctica que juzgaba incompatible, en la sociedad belga, con las modalidades de comunicación social y más en general con el establecimiento de relaciones humanas indispensables para la vida en el sociedad". 

Dos mujeres musulmanas, una belga y otra marroquí, habían presentado recursos contra la ley. Una de ellas decidió no utilizar el velo de forma temporal por temor a represalias y otra optó por no salir de casa. El Tribunal Constitucional de Bélgica rechazó las alegaciones. Ahora el Tribunal de DDHH da su apoyo al gobierno belga.