La creciente ola de violencia que se ha extendido estos últimos meses por el estado de Río de Janerio ha llevado al Gobierno de Brasil a decretar la intervención federal. Con la firma de este decreto el día de ayer y a la espera de que sea ratificado por el Parlamento, el presidente Michel Temer trasladará a las Fuerzas Armadas el mando de todas las áreas de seguridad pública en ese estado. Esta medida fue adoptada tres días después de finalizar el carnaval, la fiesta popular y turística más importante de Brasil. En concreto, en Río de Janeiro, este año se ha visto ensombrecido por numerosos y graves actos de violencia.

​​Sobre la situación de Río de Janeiro Temer afirmó que "no podemos seguir aceptando pasivamente la muerte de inocentes. Es intolerable que estemos enterrando madres y padres de familia, trabajadores, policías, niños y niñas, y que veamos barrios enteros sitiados, con sus escuelas bajo la mira de fusiles". Asimismo subrayó que la intervención federal abarcará también sectores como el presidiario y la vigilancia de las carreteras.