Por primera vez después de 10 años, el Banco de Inglaterra subirá los tipos de interés un cuarto de punto, hasta el 0,50%, lo que supondría el primer incremento de las tasas desde julio de 2007, antes de la crisis crediticia global, por el aumento de la inflación y la relativa estabilidad de la economía.

El posible incremento revertiría la bajada, hasta el actual mínimo histórico del 0,25 %, aplicada en agosto de 2016, como respuesta al apoyo de los británicos al Brexit o salida de la Unión Europea, en el referéndum del 23 de junio de ese año.

El Banco de Inglaterra, liderado por el canadiense Mark Carney, decidió entonces abaratar el precio del crédito, junto con otras medidas de estímulo, a fin de incentivar el crecimiento de la economía frente al impacto de la ruptura con la UE.

Los tipos habían estado en el 0,50% desde mayo de 2009, cuando la institución los redujo por la crisis financiera global. Tras más de diez años sin subidas y la economía apuntalada, el banco emisor se plantea finalmente un primer incremento, para frenar el avance de la inflación, que alcanzó un 3% el pasado septiembre debido a la devaluación de la libra desde el voto del Brexit.