Son tiempos movidos para la industria portuaria española. A la huelga de estibadores que dará comienzo el próximo 6 de marzo se le suma la aparición de un rival que quiere hacerse con las operaciones que actualmente recaen en los puertos españoles.

Marruecos va a invertir en sus intalaciones portuarias 500 millones de euros para convertirse en un país de referencia en la carga y descarga de contenedores en la región. A dicha inversión hay que sumar la apuesta por la creación de la expansión de Tanger Med, el gran puerto ubicado a 45 kilómetros de Tánger y a 14 kilómetros de la costa española para cuya expansión y automatización se prevé una inversión de 700 millones de euros. 
A su vez, el gobierno marroquí va a crear un observatorio de competitividad y costes para hacer su sistema más eficiente.

El objetivo es reemplazar a los grandes puertos españoles (Algeciras, Valencia, Barcelona y Las Palmas de Gran Canaria) como centros de tráfico de mercancías ‘de tránsito’, es decir, aquellas que llegan en grandes buques y que posteriormente se distribuyen en el resto de Europa.

Está por ver si esta apuesta por el transporte de mercancías, también se verá apoyada por inversiones para reemplazar a España como lugar de referencia para ser base y punto de escala de los diferentes cruceros que cruzan el Atlántico o que realizan itinerarios por el Mediterráneo.