Las compañías aéreas que operen en Turquía tendrán que hacer frente a un coste adicional a partir de enero. Se trata de una tasa de seguridad, aprobada por el Gobierno turco, que se va a aplicar en todos los aeropuertos del país.

Según ha informado Touristik Aktuell, los precios oscilan entre uno y tres euros por pasajero. Por ejemplo, en los aeródromos de Antalya y Bodrum se aplicará la tasa máxima, de tres euros, mientras que en los más pequeños como Gazipasa, será de un euro.

La aplicación del impuesto se notará, especialmente, en los vuelos ya reservados para 2019, ya que se sumará a la tarifa pagada. “Con 150.000 clientes ya reservados, hay una buena cantidad de costos no planificados", manifestó molesto el gerente de ventas de una gran aerolínea de vuelos chárter.

Sin embargo, en lo que se refiere a las nuevas reservas, las compañías aéreas incluirán la nueva tarifa en el precio del billete, por lo que los pasajeros no tendrán que pagar ningún impuesto en los aeropuertos.