Valérie, una turista francesa de 41 años fue detenida el pasado sábado 14 de julio en Marrakech (Marruecos) tras ser acusada de ‘complicidad en adulterio’, por mantener una relación con un hombre marroquí casado. La mujer, que llegó a pasar 30 horas en custodia policial, recriminó la falta de ayuda que recibió por parte del Consulado francés.

Según ha informado Le Parisien, la turista, que pasaba unos días de vacaciones en Marrakech, fue detenida prácticamente a pie de cama tras pasar una noche con un hombre marroquí que le había dicho que estaba divorciado, después supo "que en realidad el divorcio se encuentra en proceso y debe formalizarse en septiembre".  

Y es que, las fuerzas de seguridad marroquíes efectúan un control férreo de todas las personas que se hospedan en cualquier hotel o pensión del país. De hecho, los hosteleros deben colaborar con la policía, facilitándole un listado de los huéspedes. El adulterio, además, está penado con hasta dos años de prisión, siempre y cuando uno de los miembros de la pareja interponga una denuncia. El encarcelamiento finaliza cuando se retira dicha denuncia.

La mujer, que es directiva de una empresa, denunció “las condiciones deplorables” que sufrió durante dos días bajo las dependencias policiales marroquíes. Así como, que había sido “abandonada” en un “pasillo estrecho lleno de cucarachas, con mujeres embarazadas golpeadas" y "con un procurador odioso" que le gritaba. 

Finalmente, tuvo que pagar 450 euros para salir en libertad, aunque el juicio aún debe celebrarse. Sin embargo, la mujer aseguró que no piensa regresar al país. Cuando fue detenida, la turista pidió un traductor, pero no le fue facilitado ninguno. Al llegar a Francia, Válerie escribió una carta al presidente Emmanuel Macron, donde enfatizó: “Las vacaciones en Marraquech no son todo color de rosa. Cuando hay un problema nadie está ahí para ayudarte”.