La Torre Eiffel, uno de los atractivos incontestables de París, cerró sus puertas el pasado jueves, 9 de enero, debido a que parte de sus trabajadores se unieron a las protestas contra la reforma del sistema de pensiones francés.

Tal y como ha informado elPeriódico, la Sociedad de Explotación de la Torre Eiffel (SETE) aclaró en un comunicado: “El número de efectivos presente no permite acoger a los visitantes en las condiciones de recepción y seguridad óptimas, por lo que la Torre permanecerá cerrada todo el día”. Cabe destacar que el acceso a la plaza donde se erige la torre permaneció abierto de forma gratuita.

La decisión se tomó el mismo jueves tras comprobar que parte de los empleados de la compañía que gestiona el monumento iban a participar en la huelga general, a la que también se sumaron diferentes profesionales como profesores, abogados, personal sanitario o ferroviario.

La torre parisina de 300 metros recibe alrededor de siete millones de visitantes al año, por lo que es el monumento de pago que más curiosos acoge del mundo, de acuerdo con la información facilitada por los gestores del mismo.

Por otro lado, las manifestaciones contra la reforma de pensiones impulsada por el Gobierno de Emmanuel Macron estallaron el pasado 5 de diciembre. Desde entonces, sectores como el ferroviario se han visto afectados de forma continuada y se han sucedido los cortes en el transporte urbano de la ciudad. Se prevén más huelgas en la capital gala en los próximos días, por lo que podrían surgir nuevas incidencias.