Recientemente, salió a la luz que el Gobierno de Turquía estaba trabajando en un borrador para aplicar nuevos impuestos, uno de ellos sobre las pernoctaciones hoteleras, similar al de Baleares y Cataluña. Ahora, ha trascendido que la cuantía de la tasa dependerá del número de estrellas del hotel.

Según ha informado fvw, la tasa de alojamiento en establecimientos (hoteles, resorts y hoteles boutique, entre otros) de cinco estrellas asciende a 18 liras turcas, que son 2,8 euros, por persona y día. El gravamen para los de cuatro estrellas será de 12 liras (1,88 euros); para los de tres de nueve liras (1,41 euros); para los de una y dos estrellas será de seis liras (0,80 euros). Los niños menores de 12 años quedarán exentos de pagar esta tasa. 

Lo que aún no se ha concretado es cómo y cuándo se recaudará el impuesto. De acuerdo con la resolución del Parlamento turco, el gravamen debe ser aportado directamente por los huéspedes en el hotel. Además, se prevé el aumento anual del mismo a partir del año 2020.

Esta tasa puede reportar grandes ingresos al país otomano, teniendo en cuenta que el año pasado se registraron 144 millones de pernoctaciones, de las que 80 millones se efectuaron en hoteles de cinco estrellas y 36 millones en establecimientos de cuatro. Así, el Gobierno espera recaudar hasta 2.500 millones de liras (400 millones de euros) con el impuesto. 

Sin embargo, el gravamen supone un arma de doble filo, ya que podría frenar la demanda. Y es que, por ejemplo, una familia de cuatro personas, en la que se incluyen dos niños mayores de 12 años, que pasa una semana de vacaciones en un hotel cinco estrellas tendría que abonar 79 euros adicionales, por el impuesto sobre las pernoctaciones. 

En los primeros nueve meses del año, Turquía recibió 36,4 millones de visitantes extranjeros, lo que supone un incremento interanual del 14,5%, según datos del Ministerio de Turismo. Antalya fue el destino más demandado, con 12,5 millones de visitantes, seguido de Estambul, con 11,3 millones.