El buen ritmo de crecimiento en las cifras turísticas de Japón se está encontrando con un problema inesperado: la escasez de ninjas.

Muchos turistas que visitan el país del sol naciente lo hacen atraídos por el exotismo de su historia y su cultura y entre los principales reclamos que llaman la atención de los visitantes se encuentran las representaciones con shinobis. De hecho, la cultura feudal (período en el que estos luchadores de las sombras campaban por la nación) se ha instituido como un segmento turístico en sí mismo: “El valor del turismo relacionado con los ninjas se ha incrementado”, aseguraba Takatsugu Aoki, un maestro de artes marciales de Nagoya.

Este furor ha hecho que se pidan más artistas marciales que representen sus papeles: "Hay más opciones de empleo ya que los shows de esta temática en todo el país son cada vez más populares. Siento que hay una escasez de ninjas", afirma Takatsugu.

Entre los requisitos necesarios para ser un buen ninja se encuentran estar entrenado en diferentes técnicas de combate, habilidad acrobática, manejo de la espada, lanzamiento de shurikens (estrellas), capacidad de ocultación y conocimiento de primeros ausilios.

Por su parte, el creciente número de restaurantes y hoteles temáticos han establecido unos sueldos para este puesto superiores a los 1.600 dólares.